domingo, 25 de octubre de 2009

El mundo se me apagaba y la luz de la dicha apareció en un segundo al verme reflejada en tu mirada, y pude comprender que la vida es perfecta.
Sólo en un segundo de mi alma enamorada, gritando en silencio a través de la ventana, de este amor que está naciendo, sólo sé pensar en la fortuna de tenerte y poder entregarte cada día lo que soy sin más ni menos, poco a poco me voy fundiendo entre sueños y verdades entre el deseo y el temor.
En un segundo la fuerza de tu corazón me abrazó, no preguntes el por qué, ni el cómo, sólo sé que en un segundo cambiaste todo en mí, en el aire sólo veo tu existir, sólo siento tu palpitar y las ganas profundas de amar intensamente, acariciando la gloria infinita en tu mirada que me fascina.

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